Yo solía ser un ingeniero de startup, de los que subían de nivel, se movían rápido, resolvían cosas, recibían elogios por ser de "alto rendimiento"

La empresa creció.
Mis responsabilidades crecieron.
Mi salario creció.
Mi estrés creció más rápido.

Y entonces llegó el insomnio.

Al principio era difícil dormir.
Entonces era difícil pensar.
Entonces se me aceleraba el corazón cada vez que abría el portátil.
Finalmente, ocurrió lo que más temía:

Ya no podía trabajar.
No "no quería"
No podía.

Mi mente y mi cuerpo simplemente dejaron de cooperar.
Llámalo agotamiento, trastorno de ansiedad, la etiqueta que quieras..
lo único que sabía era que la máquina de la "productividad" había acabado por quebrarme.

Y cuando me alejé del trabajo, perdí todo lo que me hacía sentir como un adulto de verdad:
mi trabajo, mis ingresos, mi identidad, mi sentido del valor.

Así que allí estaba yo, un ex ingeniero sin energía, sin carrera, sin dirección.

Y extrañamente... fue algo divertido.

Porque una vez que se desvaneció el pánico, miré a mi alrededor, a mi nueva vida, y pensé:

Espera... ¿esto es todo?
¿Este es el colapso que todos temen?
Ni siquiera es tan malo.

Dormía la siesta como una profesional.
Hice café lentamente.
Caminé para recoger a mis hijos.
No hice absolutamente nada durante horas.
Y de alguna manera me sentí más humano que nunca en una reunión.

Fue entonces cuando me di cuenta:

Quizá el problema nunca fui yo.
Quizá el mundo -y su obsesión por el crecimiento sin fin-
es la que está rota.

Capitalismo, cultura del ajetreo, exageraciones tecnológicas,
exceso de inversión en IA,
la presión de "ser siempre mejor"-
todo empezó a parecer increíblemente estúpido.

Así que tomé una decisión:

Si el mundo va a ser así de ridículo,
Voy a reírme de ello.
Y reírme de mí mismo también.

Y así es como empezó Booby.

No como negocio.
Pero como instinto de supervivencia.

Empecé a crear cosas estúpidamente divertidas:
gominolas, caramelos, ramen, camisetas..
productos que hacen que el caos se sienta más ligero, más suave y ligeramente más absurdo.

No es "comida de rendimiento"
No "herramientas de productividad"
Sólo cosas que te ayudan a sobrevivir a la vida moderna con humor.

Booby convierte las tonterías del mundo en bocadillos.
Porque si podemos reírnos del desastre,
podemos vivir en ella.